miércoles, 1 de agosto de 2007

Entre Cuatro Paredes.

Eventualmente, la sociedad actual se complace de actitudes y movimientos parecidos. Son preferibles – por voto casi unánime – las similitudes de las diferencias.

Un paso de baile prodigioso, algún look embelezado, una seña altamente visible, serán recibidos por el grueso de la sociedad con las manos abiertas a la semejanza.

Aquello que para los artistas cuesta la vida, para el ciudadano medio actual, no tiene la más mínima de las importancias.

Da igual ser o parecer.

Mientras tanto, creo adivinar una seria ausencia en las calles del hoy: la ausencia de estilo, o peor, la ausencia de originalidad.

El periodismo se jacta de trasgresor, mientras se pelea por anunciar la muerte del papa. La trasgresión ha perdido ya simpatizantes, al puro eco de la comercialidad. Un programa de pocas ideas llama muchísimo más la atención que uno más o menos pensado.

-¿por qué llegamos a esto?- Es lo que todos nos preguntamos. Pues bien, creo tener la respuesta: La televisión y para no ser injustos, la bendita escuela, nos acostumbran a no pensar. 2+2 son 4. La historia fue de esta manera y punto. Un chino y un cubano son dos cosas totalmente diferentes y no se habla más. Todos estos postulados anulan de una manera vergonzante el uso de la inteligencia. Entonces, acostumbrados ya por las buenas o por las malas a no pensar, nos regocijamos con chistes estúpidos, parodias repetidas, cosas iguales o parecidas.

Ahora bien, organizados de la manera más sigilosa las instituciones políticas, la religión, y para no ser injustos, la bendita escuela, nos bombardean con bombas de temor que nos alejan de la soledad, Incluso de la más inmediata soledad, que es la sola compañía del pensamiento. La gente se agrupa. El grupo no permite la concentración, por lo tanto, la reflexión se anula. Con eso es fácil manejarnos ya que miles son lo mismo que uno. Y a la vez, cada uno es igual a esos miles, sin sentir la menor humillación.

El grupo crece y el mundo piensa cada vez más parecido. La estupidez es el pac-man y nosotros las pelotitas. El escenario es el universo. Y nadie pretende cambiarlo.

Algunos lo intentamos, pero no es posible. Si queremos evitar la masificación, no debemos masificarnos. El cambio debe ser individual.



-Yo no quiero correr el riesgo de que se crea que este blog es serio. En serio.

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